Se que os puede parecer raro, pero durante mi etapa de aprendizaje de fotografía macro, pasé mucho tiempo fotografiando cepillos. No son fáciles de fotografiar, porque enseguida te sales de la profundidad de campo. Y en aquellos tiempos disparaba diapositivas... Medía distancias, apuntaba los parámetros de la cámara y disparaba. Una semana después, veía los resultados. Cada 36 fotos me suponían 1.000 pesetas, y mi sueldo de becario daba para pocas pruebas. No me quiero imaginar las horas y las fotografías que habría hecho con una cámara digital.
Esta es la foto que se me ocurrió cuando vi el tema de esta semana. No se si os gustará, pero es lo que buscaba hacer. Ni más, ni menos.
Se trata de 6 tomas hechas con la Fuji X-pro2 y el 80mm Macro f/2.8, en este caso a 1/15, f/8 e ISO 200.