Como veis, se trata de una jirafa, de esas que venden en las tiendas de chuches. Pocas cosas reflejan mejor la altura que este animal, con un cuello que no me quiero ni imaginar con dolor de cervicales... El fondo es un foam con trazos de tigre, convenientemente desenfocado y en el que he alterado un poco el color, añadiéndole unos toques verdosos. La foto está tomada con una apertura muy pequeña (la mínima, f/2.8) y 7 tomas apiladas. La cámara y el objetivos son los de siempre (Fuji X-pro2 y 80mm f/2.8 macro), a ISO 200 y velocidad 1/300s