Cuando te planteas hacer un curso de un solo día, con una primera fase corta más teórica y una más larga y más práctica, y sabes que los participantes son personas que no han utilizado nunca (o muy pocas veces) una cámara en modo manual, tienes que tratar de contar pocas cosas y practicarlas mucho. En la parte teórica nos centramos en cómo es una cámara, el triángulo de la luz (velocidad, apertura y sensibilidad) junto a los efectos que cada parámetro tiene en una fotografía, y unas ideas muy breves de composición.
Luego llegó el turno de practicar, comenzando por hacer fotos incorrectas, que fuimos perfeccionando a medida que pasaba el tiempo. Creo que los conceptos de "pasos de luz", la equivalencia entre los diferentes parámetros a la hora de sacar una fotografía bien iluminada, la profundidad de campo y el efecto de la velocidad cuando es demasiado baja (e incluso como aprovecharla), les quedaron claros. Si a eso le sumamos las ideas básicas del peso de los elementos en la composición de la imagen, creo que el resultado fue muy bueno.
Como todo, es mejorable, y pienso trabajar para que así sea. El próximo 20 de enero repetiré el curso, así que si quieres pasar un día aprendiendo a utilizar tu cámara conmigo, sólo tienes que estar atento a las actividades que publicamos en la página web de la AFGU.