La colección ha ido recorriendo a algunos de los mejores fotógrafos españoles de nuestra historia. Hemos podido ver a Chema Madoz, Francesc Català-Roca, Alberto García-Alix, Isabel Muñoz, Joan Fontcuberta, Ramón Masats, Ouka Leele, Cristina García Rodero, José Ortiz Echagüe, Alfonso, Carlos Pérez Siquier, Colita, Xavier Miserachs, José Manuel Navia, Pablo Pérez-Mínguez, Rafael Sanz Lobato, Gabriel Cualladó, Alberto Schommer, Leopoldo Pomés y Agustí Centelles. Como os decía, lo mas granado de este arte. Si no los tenéis y queréis conseguir todos o alguno de ellos, en este enlace está la información.
La edición de los libros ha corrido a cargo de PhotoEspaña, con ayuda de La Fábrica, y, de hecho, tienen un fuerte aire a la colección de PHotoBolsillo. Salvo el primero, con el que tuve algún problema con el encolado, todos los demás parece que aguantan suficientemente.
Pero os decía que yo no creía en las casualidades y el último libro de la colección ha conseguido sobrecogerme. Para los que no conozcáis a Agustí Centelles, fue uno de los fotógrafos que hizo visible la parte mas dura de nuestra guerra civil, en particular desde el bando de las fuerzas leales a la República (aunque algunos solo eran leales a una parte, otros a otra... y así nos fue a todos, pero eso es otra historia). Algunas de las fotos mas fuertes del libro fueron tomadas en Barcelona en los primeros días de la contienda. Eran épocas en las que la muerte se mostraba con toda su crudeza en las imágenes. La autocensura no se llevaba mucho...
Al ver esas escenas se me ha ocurrido publicar una fotografía abstracta realizada en La Sagrada Familia. Las sombras acechan en la imagen, pero la potencia de la luz y la fuerza del lugar, las contrarrestan.
Os pediría que no os fijéis mucho en los detalles técnicos. Es una foto tomada el 11 de mayo de 2007 con mi primera cámara réflex digital (una Canon EOS 400D y con el objetivo del kit -ese "magnífico" 18-55 f/3.5-5.6-), cuando aún no sabía lo que era un fichero RAW. El zoom se fijó en 43 mm, la apertura en 7.1, la velocidad en 1/60 y el ISO en 200.
Solo espero que la publicación del libro haya sido una casualidad, y que esas escenas no vuelvan a verse nunca más.