Yo opté por volver a utilizar como modelo a mi suegra Asuncion (gracias otra vez ;) ), que tiene unas manos que reflejan el trabajo de toda una vida. Mi idea era sacar una mano en primer plano, perfectamente enfocada, y que en una mesa lateral se vieran algunos objetos de su vida: sus gafas, una Biblia, un rosario, la foto de Andres (mi suegro, que nos dejó hace unos años), y alguna cosa más. Esos objetos tenían que estar desenfocados, sugiriendo más que mostrando. Para ello hice la foto con la Fuji X-E2 y el 56 f1.2 (definitivamente, una maravilla de cristal), a f2, 1/125 e ISO 200, con un flash de estudio con una ventana cuadrada apuntando al techo, para eliminar cualquier sombra. En la parte de atrás, para que no se vieran ni el suelo blanco ni la pared (que harían perder protagonismo a lo realmente importante), una tela negra oscurece el fondo.
El resultado lo tenéis a continuación, y debo decir que estoy muy contento, porque quedó la tercera, a muy poca distancia de la primera y la segunda. Este año, después de cuatro años participando sin competir realmente, intentaremos dar la batalla de nuevo.