viernes, 28 de marzo de 2014

Fotógrafos: Sebastião Salgado

Aprovecho la exposición que hay en Madrid para presentaros a otra bestia de la Fotografía. Sebastião Salgado nació en Brasil a mediados de los 40, y hasta los 70 no entra en este mundillo. Pero lo hizo por la puerta grande, ya que al final de esa década comenzó a trabajar en la Agencia Magnum. En la actualidad tiene su propia agencia, lo que le permite dedicarse a lo que realmente le gusta: una fotografía comprometida con el medio ambiente y con las personas que aún viven directamente intrincados en él. Eso es lo que muestra en Génesis, la exposición que podéis ver en Caixaforum hasta el 4 de mayo, en el Paseo del Prado, 36 de Madrid. Confío en que posteriormente pueda verse en otras ciudades, porque merece la pena...

En el recorrido por las más de 250 fotografías, para las que os recomiendo que reservéis un par de horas, nos presenta el mundo en su estado más natural, recorriendo la Antártida, la Amazonía, la península de Kamchatka, Papúa-Nueva Guinea o África. Ninguna de las imágenes te deja indiferente. Todas ellas tienen un enorme impacto visual con un Blanco y Negro perfecto. Debo decir que es de las exposiciones de fotografía que más me han impresionado, si no la que más.

Es particularmente interesante el proceso de creación de las fotografías, que tenéis descrito con detalle en este enlace. Sebastião Salgado comenzó este proyecto con una Pentax 645, de medio formato, con negativos 220 de 6x4,5. Eso le obligaba a llevar en cada viaje unos 600 rollos, con un peso de 30Kg a añadir al del equipo. Los 600 rollos permiten a Sebastião realizar más de 14.000 fotografías. Una vez revelados los negativos, se generan copias de contacto, de las que se hace una primera selección de más de 2000, que se revelan a 13x18. El juego de referencia o juego maestro del reportaje lo constituyen unas 200 fotografías que se amplían a 24x30. De ellas saldrán alrededor de 50, que se amplían a 30x40.

La escasez de negativos y, sobre todo, la pesadez de pasar controles en los aeropuertos, con lo que supone para los negativos el abuso de los Rayos X, le hacen plantearse la necesidad de dar el salto al mundo digital. Lo hace a finales de 2008, con una buena parte del proyecto ya hecho, y con la necesidad de mantener una homogeneidad entre las fotografías. Tras hacer unas pruebas de comparación entre la Pentax 645 y la Canon 1Ds Mark III, ve que las copias digitales impresas no tienen el mismo aspecto que las químicas, a pesar de la calidad del formato RAW y de la comodidad de no tener que cargar con tanto peso en negativos.

Para resolverlo, el proceso final incluye la generación de un negativo de 4x5 pulgadas, una vez procesado el RAW para meterle el grano de manera artificial. Las copias de contacto, las de 13x18 y los juegos maestros de 24x30 se imprimen, mientras que la fotografía final, sigue realizándose por procedimiento químico.

Durante todo el proceso, Sebastião Salgado no mira ni una sola vez el resultado de una fotografía en el monitor. El papel es el único soporte que maneja...

Por cierto, allí mismo (o en Amazon) podéis encontrar el libro de la exposición. Hay tres versiones... y os recomiendo comprar la barata, que es la que tengo yo y que os muestro en las fotos de abajo. Por menos de 50€ tenéis una auténtica maravilla en vuestras manos. Si sois muy sibaritas, y tenéis 3.000€, la edición de lujo puede ser vuestra. Preparaos a acoger en casa dos tomos de casi 50x70 cm. Tranquilos, porque vienen con un atril del tamaño adecuado, para que podáis tener el libro abierto en casa y admirarlo de continuo. El nivel máximo de sibaritismo lo podéis alcanzar con una edición limitada (en realidad son cuatro ediciones de 100 ejemplares cada una), que incluyen, además, una impresión en gelatina de plata de una de las fotografías. Solo serán 8.500€... Por mi parte como os decía, me he conformado con la edición barata, que aunque por comparación pueda parecer de baja calidad, os puedo asegurar que no es así, y que realmente merece la pena.

La única pega que podemos ponerle al libro es que la mayoría de las fotos son apaisadas, y ocupan ambas páginas, con lo que es divicil apreciar la parte central. En todo caso, yo se lo perdono...


Para terminar, os recuerdo que este no es, ni mucho menos, el único trabajo de este fotógrafo. Podéis encontrar otros libros de Sebastião Salgado en este enlace.