La razón es sencilla. Al probar las Google Glasses estuve repasando las diferentes cosas que se pueden hacer con ellas, y, por supuesto, se pueden hacer fotos. Tan sólo hay que decirle las palabras mágicas...
Ok, Glasses
Take a Picture
... y hace una foto de lo que ves. No tengo copia de la foto que tomé en ese momento (y tampoco es como para enseñarla, porque mostraba una puerta, una pared, y la cara del propietario de las gafas asomando), pero lo importante es la prueba de concepto. Haces la foto hablándole a la cámara, y te la muestra en el prisma que es su interfaz. Ya se que la calidad seguro que es muy mala, pero eso también pasaba con las primeras cámaras digitales hace unos pocos años. Lo que os aseguro es que abre una dimensión nueva a la fotografía...